Por defender a una mujer golpeada por su marido, asesinan a un hombre en La Sierrita
Hace cuatro meses había regresado a Barranquilla por la crisis que vive Venezuela.
Huyendo de la pobreza en Venezuela y con la convicción de ofrecer un mejor futuro para sus tres hijos, Carlos Rovira Salcedo se regresó a su natal Barranquilla, pero con tan mala suerte que solo cuatro meses después de estar radicado en la capital del Atlántico, el hombre encontró la muerte por defender a una mujer que era golpeada por su marido.
Carlos fue la única víctima mortal de la violenta riña que se presentó en una fiesta en la madrugada de este domingo 20 de diciembre en el sector de la Bombonera del barrio La Sierrita.
De acuerdo con la Policía Metropolitana, Rivera Salcedo, de 34 años de edad quien residía en la diagonal 54 con carrera 8C del barrio El Santuario, en el suroccidente de Barranquilla, falleció en el acto luego de recibir varias heridas en el tórax y en el pecho, que por desgracia perforaron uno de sus pulmones. La víctima fue llevada a la Clínica Murillo, pero los médicos de turno reportaron que llegó sin vida.
Las autoridades agregaron que el hecho dejó la captura de Jorge Luis Marquéz Barrios, de 32 años de edad, sospechoso del homicidio de Carlos y quien recibió una herida con arma blanca en el tórax. Márquez fue remitido al Hospital Barranquilla y en las próximas horas será presentado ante la U.R.I.
Además, que Jorge estaba acompañado por su hermano, Leonardo Márquez Barrios, quien solo recibió heridas menores.
No era problemático
La hermana de Carlos Alberto, Karen Rovira indicó que su hermano murió como un héroe, pues según lo que le contaron, el hombre intentó detener a Jorge, que le daba una golpiza a su mujer.
Además, según contó, después de que lo apuñalaron también lo robaron. “La esposa de mi hermano lo fue a buscar a la fiesta y le dijo que se regresara pero él le dijo que se quería quedar un rato más. Cuando nos levantamos a las 4:30 para bañarnos nos tocaron la puerta y dijeron que mi hermano estaba herido. Cuando llegamos lo vimos con los pantalones abajo, apuñalado, sin su plata, documentos y reloj. Yo cuando lo vi supe que estaba muerto, pero lo llevamos a la clínica”, contó Karen.
Ahora, la familia de Carlos espera que los responsables de su muerte paguen por lo que hicieron y que las autoridades no desechen el caso.